¿Qué es la Ley de Segunda Oportunidad?
La
Ley de Segunda Oportunidad es un instrumento que permite a las personas físicas y a los autónomos solventar una situación económica de insolvencia o sobreendeudamiento. Se realiza mediante un acuerdo con los acreedores o mediante la cancelación de las deudas.
¿Quién puede acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad?
La
Ley de Segunda Oportunidad está diseñada para las
personas físicas y autónomos.
Para recurrir a esta norma, el deudor debe cumplir una serie de
requisitos:
- Estar en una situación actual, o inminente, de insolvencia.
- El importe de la deuda no puede ser superior a cinco millones de euros.
- Ser deudor de buena fe. Para ello, es necesario que intente una solución extrajudicial, y que no haya frustrado las posibilidades de pago. Por ejemplo, rechazando ofertas de empleo en los últimos cuatro años.
- No haberse acogido a la Ley de Segunda Oportunidad en los últimos diez años.
- Que no haya sido condenado por delitos socioeconómicos, patrimoniales o falsedad documental, dentro de los diez años anteriores a la declaración de concurso.
¿En qué consiste el procedimiento?
La ley de segunda oportunidad se basa en dos instituciones principalmente:
1. Acuerdos extrajudiciales de pagos
El acuerdo extrajudicial de pagos se trata de una renegociación de la deuda con los acreedores. El objetivo es que éstos no resulten completamente frustrados, buscándose un pago en el futuro.
Consiste en celebrar una reunión en la que se renegociarán las condiciones de la deuda, proponiendo un plan y un calendario de pagos, para que la persona endeudaba haga frente a las deudas.
2. Beneficio de exoneración
En caso de que los acuerdos extrajudiciales de pagos fracasen, o sean insuficientes, entraría en juego el beneficio de exoneración del pasivo insatisfecho (BEPI), mediante el cual
el deudor podrá librarse de todas sus deudas, salvo parte de las deudas de crédito público (Hacienda y Seguridad Social).
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